Las organizaciones agrarias de Granada y Málaga prevén que la campaña de tropicales vuelva a caer afectada, sobre todo, por la sequía.
Se espera una producción de mango menor que en temporadas regulares debido a los efectos del clima. La campaña comenzó con una floración temprana en mayo, seguida de una segunda en febrero que llegó con bastantes lluvias y temperaturas bajas por lo que, como consecuencia, el 80 % de la floración no cuajó de forma correcta.
La tercera floración, muy tardía, ha llegado en junio y ha ayudado a los productores a que esta campaña no sea desastrosa, dando una mayor estabilidad con calibres más medianos pero con mayores volúmenes de producción.